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viernes, 9 de mayo de 2014

Reflexiones de un friki sobre la "Fuga de Cerebros"

FUGA DE CEREBROS: Los titulados abandonan el barco. 

Mucho se ha hablado ultimamente sobre el esperanzador descenso del paro, sobre el aumento (ínfimo a mi parecer) del producto interio bruto (PIB) de nuestro país y sobre la incultura que asola la población juvenil en los institutos. 

Este es un tema candente que queremos dejar claro solo representará la opinión personal de éste que escribe, no constituyendo por ello crítica a la elecciones personales de cada uno de los lectores. Solo representa la opinión y el sentimiento de un servidor sobre uno de los problemas sociales más importantes a los que se enfrenta el país.


Han pasado ya algunos años desde que yo abandonara las aulas por primera vez. Con un título bajo el brazo y la esperanza cargada sobre los hombros me enfrenté a un mundo desconocido en el que resonaba por primera vez la palabra crisis. Todos consideramos esto como una molestia más que como una situación que a largo plazo destruiría nuestras esperanzas, la situación fue empeorando y acabó por convertirse en algo insostenible.



Cansados de esforzarnos y desilusionados por un futuro que parecía ahora inalcanzable se nos plantearon cientos de opciones: ser autónomo (lo que pronto se mostró también imposible), esperar a que algo saliese (encerrado en casa de tus padres), seguir estudiando (sin dinero ni becas), estudiar idiomas (a costa de nuestros ya mermados bolsillos) o marcharnos del país. 


Los diferentes gobiernos nos pintaron que marcharnos de España resolvería todos nuestros problemas, que había un mundo fuera que nosotros debíamos conquistar. Muchos fueron los que se marcharon en ésta primera embestida de la crisis y no pocos los que volvieron con menos de lo que habían partido. Algunos luchadores y emprendedores aguardamos, confiando en que llegaría un momento en el que la cosa cambiara.

Por desgracia tanto unos como otros demostramos estar equivocados, aquellos que partían sin conocimiento idiomático pronto volvían desesperados y aquellos que permanecimos en el país estudiando y formándonos vimos como nuestro poder adquisitivo disminuía día a día. 


Es cierto que no a todos nos fue mal, siempre hemos encontrado la forma de seguir luchando. Después de todo para eso habíamos pasado la vida estudiando en busca de un futuro. Cientos de los nuestros aún permanecen aquí aguardando una salida que se demuestra bastante alejada de aquello para lo que se formaron en un principio.


Mientras nos estrellabamos con la infranqueable barrera del "sin experiencia no hay trabajo" la idiosincrasia de una clase política adinerada (independientemente del partido) luchaba por idiotizarnos y convertirnos en presas de lo que un día nos prometieron. Los escándalos de corrupción se extienden a diestro y siniestro, unidos a las órdenes de "carga y desahucio" que son desmentidas diariamente por unos y otros. 

He de reconocer que me he convertido en un descreído, no pienso que la política nos salvará ahora, tampoco creo que la anarquía tenga mucha mejor suerte. Para destruir primero hay que crear algo que sustituya lo que uno pretende destronar, las ideas revolucionarias no llegan y los "cerebros" que podrían erigirse como representantes de una lucha legal, organizada y no violenta abandonan el barco antes de que éste se hunda por completo.

 
Se trata de extender los ideales y llegar a un consenso que nos libere de la opresión a la que nosotros mismos nos hemos entregado. No consiste en leventar un ejército que armado con palos y piedras se enfrente a nuestra policía para derrocar un solo gobierno. Consiste en reformar y conseguir un pensamiento crítico puro en cada uno de los ciudadanos. Esas eran las bases de un movimiento que está acabando por convertirse en simple populismo.

Ahora, apenas unas horas antes de cargarme el petate al hombro y liberar al gobierno de la carga de otro parado para que sus cifras mejoren y continúen mintiéndonos, escribo esta entrada en pos de que todos mis lectores tengan la decencia de escuchar mis opiniones y no rebatirlas con simple radicalismo político. Votad, abstenerse solo es dar más poder a los mismos de siempre, aunque no creas en el sistema ese es el camino a una solución práctica.

Porque reconozcamoslo un país con un 25,9% de paro general y un 75% de paro juvenil no se encuentra en un estado de recuperación económica. Jamás creí que me uniría a las lista de bajas, y aunque no me considero un cerebro echaré de menos el ambiente y hogar en el que he crecido.

Como dijo un buen amigo, somos de la generación que aún recuerda que ser mileurista era una vergüenza no hace tantos años. Ahora luchamos por conseguir un sueldo como ese para simplemente poder sobrevivir. 


En honor de todos aquellos que han tenido que dejar su hogar para labrarse un futuro lejos de casa, y de todos aquellos que quedaron atrás (amigos, familia, parejas etc.). Esperamos que os vaya bien allá donde estéis y que podáis encontrar el camino que cada uno buscáis.

 Las fronteras no son más que la línea imaginaria que divide nuestras mentes
Darkpasionsplay

2 comentarios:

  1. Muy bueno el artículo Antonio, y es que es verdad, independientemente del partido político que sea el que gobierne este año o el año que viene siempre nos llevan por mal camino. Que dieran la opción a los jóvenes de partir a otro país me parece una vergüenza, el futuro del nuestro se va y cada vez es más negro.
    Algún día por esto mismo, quizás yo también tenga que partir hacia un nuevo rumbo.

    Mucha suerte en tu cruzada, espero que te vaya todo muy bien

    Un abrazo

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    Respuestas
    1. Gracias tío. Es lo que pienso, la triste realidad es que cada vez más gente joven se ve obligada a tomar esta pequeña medida desesperada debido a la situación social y política del país.

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